Brasserie Du Bocq, el prodigio belga

Written by socialmedia@fassbiere.com on 7 mayo, 2019

En 1858, mientras en Londres se inicia
la construcción del Big Ben y en Francia se aparecía
la Virgen de Lourdes a una pastorcilla,
no muy lejos, en la comarca belga de Condroz,
se producía un milagro más modesto
pero que también ha perdurado hasta hoy:
Martin Belot, granjero de Purnode, elaboraba
por vez primera una cerveza.

Todo eso que leemos en los anales
de la cerveza es realidad histórica
en el caso de la Brasserie Du Bocq:
…que aquellas primeras cervezas
se fabricaban para consumo propio
en las épocas de baja producción agrícola,
…que pasaron del consumo familiar a crecer
por la gran demanda comarcal,
…que son las bondades de los acuíferos
los que hacen una cerveza tan especial…

Mucho de verdad ha de haber
tras la leyenda para que otra
de sus primeras cervezas, La Gauloise,
siga fabricándose hoy día,
seis generaciones después, casi casi
como se elaboraba hace más de un siglo.
O para que su cerveza estrella,
la premiada Blanche de Namur, sea proclamada
la mejor cerveza de trigo del mundo.

Y no será por casualidad el que
otros cerveceros acudan a esa fábrica
para producir sus cervezas.

Así lo hicieron durante treinta años
con su marca Corsendonk
los, ahora, actuales propietarios
de la Brasserie Du Bocq.
Y así también hicimos en Fassbiere,
cuando hace más de quince años nos decidimos
a crear Te Deum: nuestra cerveza de abadía.